Magisterio se desmorona
"Tememos una desgracia", advierte el decano de la Facultad de Educación, ante los recortes que impiden hacer obras para frenar el deterioro
13.12.2013 | 13:48
Eloy MÉNDEZ Los recortes que sufre la Universidad de Oviedo se han convertido en un peligro público en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, el centro académico que presenta el deterioro con más riesgos de los seis que precisan reformas urgentes. Las cornisas del edificio norte se caen a trozos desde hace meses, lo que ha provocado daños en varios coches aparcados en las inmediaciones. Además, las regulares inundaciones que sufre el sótano por la mala canalización han obligado a mover de sitio temporalmente los equipos de algunas aulas de informática, por riesgo de cortocircuitos. Y el techo del salón de actos amenaza con venirse abajo. "Cualquier día tendremos que lamentar una desgracia", asegura el decano, Juan Carlos San Pedro, que urge a construir un nuevo tejado cuanto antes, una obra que rondaría los 250.000 euros. "Con eso, pondríamos remedio a casi todos los males, pero llevamos dos años con los fondos para reformas congelados. Si hay una prórroga presupuestaria en el Principado y no nos dan más dinero, esto acabará en ruina", remata.
Los pasillos de la última planta del principal edificio de la Facultad son una colección de desperfectos. "Cuando cambiamos una luminaria se ve el cielo debido a los agujeros que hay en el techo. Apenas se han hecho mejoras desde la inauguración, en 1957", relata San Pedro, que teme incluso derrumbes parciales de la estructura que soporta las tejas. "En algunos puntos está completamente destrozada. Los operarios ni siquiera pueden subir ya para hacer pequeños arreglos, porque esa labor entrañaría un riesgo", añade. Aunque su principal preocupación tiene que ver con los aleros, que sufren desprendimientos desde hace más de un año sobre las aceras que rodean el inmueble, ubicado en el campus de Llamaquique, en el corazón de Oviedo. "Todos los días pasan muchos peatones por debajo. Temo un accidente grave", asegura. Por eso, hace tiempo que la dirección del centro envió un detallado informe a los máximos responsables de la Universidad que, a su vez, han comunicado la situación al Principado. Por el momento, los fondos no llegan, y es previsible que no lo hagan en los próximos meses.
El otro gran problema en Formación del Profesorado y Educación es la humedad, presente en cada esquina, especialmente visible en las aulas de informática, ubicadas en el sótano, y en la zona de administración del primer piso, donde tiene su despacho Belén Rodríguez, responsable de la gestión de todos los recintos del campus. "Al tratarse de un edificio antiguo, las bajantes del agua son interiores. Como están rotas, cada vez que llueve un poco fuerte hay inundaciones", asegura. "El edificio está construido sobre un manantial y, por eso, es poco seco. Si a eso se suman las goteras y la escasez de calefacción, cualquiera puede darse cuenta de que el ambiente no es el más adecuado para dar ni para recibir clase", subraya San Pedro mientras abre un aula que lleva cerrada varias horas. El aire es irrespirable.
"Las humedades están por todas partes, y cada vez hay más", destaca el ovetense Jaime Fernández, en tercer curso del grado de Pedagogía, uno de los 2.600 alumnos que acuden a diario a la Facultad. Estas acumulaciones se ceban especialmente con la bóveda del salón de actos, un habitáculo con actividad casi permanente. "Esperemos que no pase nada", comenta Cristian Cernea, estudiante de Telecomunicaciones que trabaja como becario varias horas al día para controlar espacios comunes.
Los desperfectos de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación son los más preocupantes de todos los recogidos en un informe sobre el estado de seis centros, remitido por la Universidad a la Consejería de Educación antes del verano. Desde entonces, la situación no ha hecho más que empeorar, sin que se hayan tomado medidas. La partida autonómica para el mantenimiento de edificios académicos se redujo un 70 por ciento este año y apenas alcanzó los 1,6 millones de euros, frente a los 8,5 necesarios, según los afectados. Por eso, en caso de prórroga presupuestaria muchas remodelaciones urgentes quedarían de nuevo en el aire. Una ruina que va a más.
El edificio norte de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación es un cúmulo de desperfectos debido a la imposibilidad de hacer obras de mejora por culpa de las restricciones presupuestarias que sufre la Universidad. Las inundaciones y los desprendimientos están casi al orden del día. Los profesores y los alumnos temen que la situación desemboque en un accidente grave.
Solamente con el dinero de la matricula (1.200 euros) de los más de 200 alumnos de 1º de Primaria ya rreglarían el tejado.
ResponderEliminarSegún el artículo somos 2.600 alumnos que pagamos 1.200 euros al año de matricula, en total son 3.120.000 euros!!! Hay que pagar sueldos de personal, alguna fotocopia, luz y otros gastos fijos, pero no queda nada para materiales de construcción??? La mano de obra puede salirnos gratis, con alumnos de FP que estudien temas de construcción, como trabajo social para gente que deba pagar una multa y no pueda, o los mismos presos de Villabona que cumplen condena en sus celdas o de paseo por el patio... En tiempos de crisis la creatividad manda...
El titular impacta, la enorme grieta de la imagen debría de hacer que nuestros políticos desde el ''saludable'' edificio de la Junta del Principado se comenzaran a interesar por esta situación. Está clara la necesidad de un tejado nuevo, cambiar las bajantes de agua, etc.
ResponderEliminarTal vez estos días lo comenten en sus confrotables sillones de diputados, pero tras esta noticia se esconde otro drama: los recortes en educación, en becas, en formación del profesorado, en aumento de tasas, pero claro siempre queda el optimismo de WERT, que dice que una mayor inversión en educación por parte de los poderes públicos no es sinónimo de mejoría en los resultados académicos.
Os aconsejo que leais el artículo del diariocritico.com del 17/10/12, dónde con esta reflexión demuestra que se puede recortar. Si a todo esto, además sumamos no tener un techo para no mojarnos durante la clase...¿qué podemos hacer?, ¡bueno1, los que estamos en esta facultad ya podemos votar, tendremos que empezar por sacar del edificio de los diputados a estos políticos que nos recortan.
Es vergonzoso que tengamos que asistir a clase en estas condiciones. Cuando se produzca cualquier accidente y algún profesor o algún alumno sufran lesiones,esperemos que esto no sea así, será cuando se tomen medidas y se invierta dinero para arreglar los daños del edificio. Deberían de tomarse las decisiones antes de que ocurran desgracias, y dado que el riesgo de derrumbe de algunas partes del techo existe, ¿a qué esperan?.
ResponderEliminarAl igual que mi compañera Alicia estoy de acuerdo en que no es solo el mal estado en el que se encuentra nuestra facultad, si no el mal estado del sistema educativo español, que impide a la gente que no tiene dinero suficiente el poder estudiar.
Estoy de acuerdo con mis compañeras, es vergonzoso tener que asistir a clase en estas condiciones. El día que pase algo ya se arrepentirán de no haberlo arreglado antes porque los afectados pueden ser tanto alumnos, como profesores como niños y padres que van al colegio.
ResponderEliminarEn mi opinión, los políticos deberían pararse a pensar a que dar preferencia si a caprichos para ellos o a arreglos como el de esta facultad por ejemplo. Porque dinero si hay solo que mal invertido.