Asisten 75 personas
Al principio de la clase Josetxu nos dijo que había subido
el corto ganador del oscar llamado ”Un largo día de Maggie en la
guardería” y que nos animásemos a verlo
y comentarlo. También nos avisó de que ya había dejado en la fotocopiadora
cuatro hojas que nos servirían para las dos siguientes practicas.
Después de esto nos dio las fechas para los trabajos
grupales:
- Primera semana: Fracaso escolar 4 y 6 de noviembre.
- Segunda semana: Educación intercultural 11 y 12 de
noviembre.
- Tercera semana: La escuela inclusiva 17 y 18 de noviembre.
- Cuarta semana: Acoso escolar 25 y 26 de noviembre.
- Quinta semana: Maltrato infantil y problemática en las aulas
hospitalarias 2 y 3 de diciembre .
- Sexta semana: Arte, juego y la salud 9, 10 y 11 de
diciembre.
-Séptima semana: Gijón ¿Ciudad educadora? 16 y 17 de
diciembre.
A continuación nos dijo que leyésemos los principios psicopedagógicos de Piaget.
Continuó con unas diapositivas en las que se mostraban el
articulo 10 de la evaluación del alumnado. Con la pregunta -¿Qué dice la
legislación asturiana sobre la educación primaria?.
Después de hablar de esto salio el tema de la huelga en
contra de la LOMCE con la cual Josetxu estaba de acuerdo y nos paso unas hojas
con ideas a favor y en contra de la reválida. El cual era de Gimeno Sacristán
con el titulo -¿Para qué valen realmente las revalidas?.
En la clase nadie quiere mantener las reválidas todos están
en contra. En el artículo que nos pasó de Gimeno Sacristán el argumento básico
para mantener las reválidas, era que la gente se esfuerce y haya mas o menos el
mismo nivel.
Josetxu nos expuso que la evaluación tiene que ser de carácter
formativo y los exámenes no se pueden usar como castigo.
A continuación de este pequeño debate nos pasó a explicar la
OCDE. – organización para la cooperación y el desarrollo económico. Creada en
1993.
También no explicó la prueba PISA, creada también en 1993,
que se trata de una prueba para averiguar la competencia científica.
Los países participantes en esta prueba ha ido creciendo a
lo largo de los años:
Año 2000 – Lectura – 32 países
Año 2003 – Matemáticas – 41 países
Año 2006 – Ciencia – 57 países
Año 2009 – Lectura – 64 países
Seguidamente nos pasó un ejemplo de la prueba
PISA para que la realizásemos en clase, la cual constaba de dos problemas a
resolver.Esta prueba se pasa en Segundo de la ESO
V. evaluación primaria from Univ. de Oviedo
c) Provocan la aparición de un sector incontrolado de ofertas
privadas de dudosa calidad para atender a los reprobados que quieran volver a
presentarse. Menos gasto público e incremento del privado (para quienes puedan
soportarlo).
¿Para qué
valen realmente las reválidas?
Torpes hemos debido de
ser para no habernos dado cuenta de que resucitando las reválidas se mejoraba
la calidad de la educación; virtualidad que, si la tienen, habría que
demostrar. Ninguna investigación conocida avala tal supuesto; ninguna
comparación transnacional entre diferentes indicadores de calidad y la realización
o no de ese tipo de pruebas sostiene tal argumento.
La Ley General de
Educación (1970) las abolió y no conocemos a nadie que haya argumentado que al
suprimirlas se deteriorara la calidad del sistema educativo. Más bien al
contrario, democratizó la enseñanza y mejoró el nivel del país. Como se
argumentó entonces en el Libro Blanco, sólo servían para estrangular el acceso
a la educación. Un 50% suspendía la reválida de bachillerato elemental, y un
43%, la del superior.
Las reválidas son
exámenes externos finales que vuelven a validar, como su nombre indica, las
calificaciones dadas por los profesores. Se viene a sugerir que éstas son
injustas y ‘generosas’.
No garantizan la igualdad
entre alumnos de diferentes centros y territorios, dado que al ser pruebas
terminales sancionan resultados, pero no corrigen las desigualdades ya
padecidas. Para homologar el sistema disponemos de una regulación exhaustiva de
los mínimos curriculares, un control de los libros de texto y sobre la
formación de profesores, una inspección técnica y otra del Estado sobre las
comunidades autónomas. Si con estos recursos no se equipara la oferta de
enseñanza, ¿por qué iban a hacerlo las reválidas? Con su aplicación sólo
podremos saber que unos centros tienen más aprobados que otros. El problema no
es que los centros privados regalen las notas, sino el de si se desvía hacia
ellos a mejores alumnos que obtienen resultados más altos.
Lo que sí provocan con
seguridad es:
a) La homogeneización de algunos contenidos fundamentales. Hay que
reclamar mayor atención hacia lo fundamental, pero ¿qué es hoy lo básico en lo
que esforzarse? ¿Es lo que pueden exigir las reválidas? Creemos que
difícilmente; pero, en cambio, sí elevan a relevante al contenido que unas
pruebas masivas pueden detectar.
b) El filtrado de estudiantes. Quitando de en medio a los peores
mejora el nivel de los que quedan, pero no por eso mejoramos la calidad de la
educación de todos. Los desalojados -no lo olvidemos- tienen nombres y
pertenencias sociales muy concretas, pero nuestro sistema educativo parece como
si tuviera en su tramo intermedio el prurito de la excelencia que,
paradójicamente, no vigila tanto en la universidad.
En el mejor de los casos,
harán de termómetro para visualizar la fiebre, pero ésta no desciende por mucho
que se lo apliquemos al enfermo.
Estamos ante una manera
injusta de auditar la calidad del sistema, olvidando -no por casualidad-
factores como los medios, los profesores, el funcionamiento de los centros, las
condiciones de la práctica, etcétera. Se reaviva el reflejo conservador que
anhela volver a un tiempo idílico que nunca existió, haciendo creer que el
sistema es blando con los alumnos, que se han relajado las exigencias y
degradado los contenidos. Se supone que, revalidando, los profesores serán más
exigentes, mejorará la colaboración de los condescendientes padres y aumentará
el esfuerzo de los alumnos. Estamos ante una política que ve en la selección
del alumnado y no en la compensación de los débiles las soluciones al deterioro
de todo el sistema educativo.
Las medidas restrictivas
no tienen sentido si la población tiende a decrecer y cuando se precisa una
educación permanente, aunque algunos pidan ‘limpieza’. Lo que se requiere es
abrir el sistema, permitir que los alumnos de cualquier edad puedan, ‘a ratos y
a trozos’, adquirir más educación y, sobre todo, mejorar a los ‘débiles’. El
filtrado es conveniente a la entrada a los ciclos que han de ser selectivos;
para los que son la base de la educación general de la población, conviene
apertura, flexibilidad y ayudas compensatorias.
José Gimeno Sacristán es catedrático de
Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia.
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