miércoles, 2 de octubre de 2013

Suprimidos los deberes en primaria


El colegio gijonés de la Inmaculada elimina las tareas en casa para el alumnado de Primaria y los cuadernos de verano 
 02.10.13 - 00:27 - AZAHARA VILLACORTA | GIJÓN. 


Hay un colegio gijonés en el que «los niños están encantados, mucho más que las familias, entre las que hay opiniones más variadas». Porque en él no hay deberes para los alumnos de los cuatro primeros cursos de Primaria, mientras que en el caso de los estudiantes de quinto y sexto se reservan sólo a «las tareas fundamentales». 

Lo cuenta el jefe de estudios de la Inmaculada, Javier Valdés, quien defiende el modelo por el que ha optado el centro educativo de los Jesuitas alegando una razón de peso horario: «Los niños, muchas veces, tienen unas jornadas laborales interminables que no aguantaría ni un adulto. Como para llegar a casa y ponerse a hacer deberes». Se refiere Valdés a que en el colegio se potencian las actividades paraescolares, especialmente el deporte, y el refuerzo de los idiomas, con lo que «tienen unas agendas muy sobrecargadas». Y, desde el punto de vista de los argumentos pedagógicos, alega que los pequeños «deben hacer el trabajo fundamental con sus profesores en el centro». Porque, además, «no hay una mejoría sustancial entre aquellos alumnos que tienen muchas tareas y los que no las tienen» si el trabajo en el aula orientado por sus docentes es el adecuado. 

En palabras del director, José Guerrero: «Para que obtengan buenos resultados, está el colegio». Otros centros, como el Isidro Parga Pondal, en Oleiros (A Coruña), han llegado a la misma situación, pero por vía judicial. Allí, los profesores no pueden ponerles deberes a los alumnos de los primeros cursos después de que un padre denunciase tras considerar que los ejercicios que debía hacer su hijo al llegar a casa eran excesivos. Eso no pasará nunca en la Inmaculada, que incluso ha suprimido los cuadernillos de repaso que los centros suelen encargar de cara al verano, porque los pequeños «se vuelven a poner al día sin dificultad durante la primera semana de septiembre». Además, razona Javier Valdés, «lo mismo te mandan colorear hasta hacer una sopa de letras, con lo que no tiene mucho sentido ponerse a hacer algo que no coincide con los contenidos del curso». 

El debate está abierto y los países europeos se debaten entre reforzar las tareas en casa o hacerlas desaparecer, como en el caso de Francia, donde los deberes están prohibidos en la escuela primaria (de 6 a 11 años, igual que en España) desde 1956. Pero, también como ocurre en aquí, los profesores siguen imponiendo a los alumnos más pequeños que realicen tareas en casa. En el país vecino, el año pasado el asunto cobró, incluso, tintes de rebelión y se convocó una huelga de lápices caídos de dos semanas para protestar contra los «trabajos forzosos» fuera del horario lectivo.

Sus detractores sostienen que los deberes no sirven para nada, son antipedagógicos, generan estrés a los pequeños, causan tensiones en la familia obligando a los padres a ejercer de profesores, alargan innecesariamente la jornada, impiden a los niños dedicar el tiempo a la lectura y aumentan las desigualdades entre los alumnos que pueden beneficiarse de la ayuda de su familia y los que no. 

En España, la polémica enfrenta a las dos principales asociaciones de padres. La Ceapa (escuela pública) promueve el fin de los deberes en casa por entender que se sobrecarga a niños y niñas, mientras que la Concapa (concertada) sostiene que suprimirlos «aumentaría el fracaso escolar».

5 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con que se eliminen los deberes en la escuela. Creo que las cinco horas que los niños están en la escuela son suficientes para su desarrollo educativo y deben tener tiempo para realizar otras actividades (extraescolares deportivas o culturales que vengan a suplir las carenciaas del curriculum, "jugar", estar con la familia...) que son tan necesarias para su desarrollo como las meramente pedagógicas. Por eso, creo que esta iniciativa del colegio Inmaculada de Gijón debería extenderse a los colegios públicos.
    Desde el punto de vista de la redacción periodística (como me ha pedido Josetxu), el texto tiene algunas faltas gramaticales y varias lagunas informativas que, seguramente, se deban a la presión laboral del gremio. A pesar de que en el primer párrafo se dice que "entre las familias hay opiniones diversas" no se aportan opiniones de padres o de Ampas. Tampoco de expertos en Didáctica. Tampoco de niños. Claramente Azahara Villacorta no tuvo mucho tiempo para investigar y redactar este artículo. Bea.

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  2. Muchas gracias por tu valioso comentario Bea. Hablaremos de ello en clase.

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  3. Yo no estoy de acuerdo con la decisión de suprimir completamente los deberes a los niños de primaria. Considero que la etapa de aprendizaje de 6 a 12 años es una de las más importantes de nuestras vidas. Es un periodo en el que comenzamos a formarnos y que a partir de lo aprendido seremos capaces de desenvolvernos mejor en cursos con mayor dificultad como la ESO.

    Cuando un niño lleva deberes a casa se ve obligado a repasar lo que le ha explicado el maestro/a en la última clase y en anteriores, lo que conlleva a una mejor fijación de la materia. Con esto no quiero decir que debe llevar 10 ejercicios de cada asignatura, porque con uno o dos serían más que suficientes.

    En cambio, si el niño no tiene deberes llega a casa y ¿que hace? ¿leer? lo dudo; es mucho más entretenido “pegarse” a cualquier aparato electrónico, desde la wii al ordenador o incluso a un móvil. Me parece genial que los niños tengan su tiempo de ocio pero creo que en los meses lectivos el pupilo debe de dedicar tiempo a aprender y a estudiar, porque en un futuro no buscamos a personas que hayan tenido una infancia feliz jugando las 24 h del día con la consola, sino a personas cualificadas, culturizadas y con un curriculo impecable.

    Hay que enseñarles a organizarse bien, y a tener tiempo para todo, por lo tanto no hay nada mejor que hacerlo que cuando son niños.

    Tatiana Artime (PA1)

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    1. Enhorabuena por la réplica que le haces a Beatriz. Muy bien redactada y explicada Tatiana (lo que no quiere decir que esté de acuerdo con ella). ¡A ver si se animan más compañeras y preparamos un debate al respecto en clase.

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  4. En mi opinión, si los niños más pequeños no tienen el hábito de llegar a casa y repasar la materia, no van a saber hacerlo el día que de verdad tengan que hacerlo. Claro que es importante que socialicen y hagan deporte, o mejoren en idiomas, pero no creo que repasar la lección del día haga daño a nadie. Ya no digo deberes, me refiero a repasar. Para que tu hijo o hija se lea parte de lo dado en clase (lo que cual seguramente sería suficiente) no hacen falta padres-profesores ni academias. Hay tiempo para todo y, haciendo honor a Aristóteles, un término medio.
    Por otra parte, el conocimiento ha perdido su atractivo. No tengo el dato, pero ¿cuántos niños hoy en día llegan a clase y le comentan a un amigo lo mucho que le ha gustado “tal” libro, por ejemplo? Me da que muy pocos. El saber por el saber ya no tiene sentido en una sociedad como la nuestra.

    SAPERE AUDE!

    Eva.

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